Mandala

A veces se me ocurre que, quizá, podría esforzarme. A estas alturas ni yo me lo creo, pero imagínatelo. Armarme de disciplina y construir lo que se tiene por una buena vida. Para ello volvería a empezar de nuevo, quizá en otra ciudad, una vez más; me alejaría de todos mis malos hábitos y, desde cero, planificaría una rutina de costumbres discretas. Desde lo más básico a la estabilidad de un hogar hipotecado; tan importante es un buen desayuno como el plan de jubilación. A partir de este comienzo -el último- todo estaría guiado por el propósito de llegar a algún sitio, en vez de perderme en la mediocridad. Y lo digo en condicional, "si lo hiciera", pero de verdad: supongamos que renuncio a beber a diario, fumar maría y meterme rallas siempre que tenga ocasión. Y eso sería tan sólo lo primero, pero no lo principal; la cosa no es dejar las drogas, que también. Sólo es algo necesario para todo lo demás. Tener un horario estable, retomar la carrera, conseguir un trabajo mejor. Ahorrar en salud para invertir en estabilidad, consiguiendo guiar mis pasos hacia algo, algo concreto, todavía no sé muy bien qué pero sea lo que sea tendrá la forma de un futuro prometedor. Algo mejor que esto, se da por hecho. Esa es la idea. Una vida modélica -basada en el éxito, la armonía o la paz interior, lo que te dé la gana- que sirva de excusa para tomar cada decisión; un motivo tan fuerte que convenza a cualquiera de afrontar cada día como un escalón, una prueba que superar con paciencia y lentitud, confiando en un mañana que dé sentido a todo lo anterior. El premio, la recompensa tras el sacrificio. Algo de lo que sentirte realmente orgulloso. La autosatisfacción. Algo que tener en mente cada vez que vuelva a caer, porque sí, por el sencillo placer de hacer las cosas mal. Porque tiene que haber de todo en la viña del Señor.

6 comentarios:

  1. tú sigue escribiendo. las drogas, la hipoteca, la estabilidad y la viña del señor son totalmente secundarios.

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  2. Joe, pues este texto no me gustó apenas como pa seguir escribiendo, jaja. Estoy acabado! no me sale nada!!

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  3. Ayer me dijeron que una persona tarda veintiún días en coger un hábito. Si te levantas todas las mañanas, te miras al espejo y te dices, soy feliz, después de veintiún días acabarás creyéndotelo. Quien me lo dijo también está acabada. Se supone que hoy íbamos a empezar a coger el hábito de llevar una vida estable y feliz, pero solo ahora, al leer esto, me he acordado y es demasiado tarde para fingir que estoy bien. Tendré que esperar a mañana. Siempre me digo eso. Vaya mierda, ¿no?

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  4. ¿acabado? !quítate esta idea absurda de la cabeza y abre el word inmediatamente!
    a mí sí me gusta el texto, claro que yo tampoco soy una autoridad...

    oh y ahora me pica la curiosidad por saber si en estas comparaciones entre relatos y verdades del autor/a se sale ganando o perdiendo ;-)

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  5. Alba, acabo de darme cuenta de que aunque apenas nos escribamos un comentario por semestre eres de las personas más estables en mi vida. Jajaja.

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  6. No sé si eso es bueno, malo o simplemente extraño. En fin... aksdjwbghrjsdnm cweihbfsdnm

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