Fregaplatos

http://www.youtube.com/watch?v=4xAbb9LCCsI


Bum bum. Bum bum. Cada vez que llega una pila de platos a la pica los cojo por el borde, y, golpeándolos de canto contra el cubo de basura, para que caigan los restos de comida, suena ese mismo bum bum. Bum bum. Como los latidos de un corazón. Puedes adivinar la actividad del restaurante en el ritmo de ese bum bum. Bum bum. Como si ese maldito sonido fueran los beats de un tambor tocado conjuntamente por todos los clientes; si dejo volar la imaginación, de pronto ese bum bum no es provocado simplemente por unos platos sino que es el sonido de todas esas vidas que, al salir del trabajo, de paseo con su familia o qué sé yo, vienen a comer. Bum bum, bum bum, sí, pero lo que yo escucho no es un simple golpeteo sino la palpitación de toda la ciudad. Bum bum. Bum bum. No deja de tener su aquel que el corazón de esta gran máquina de cables y humanos -la esencia de este absurdo hábitat urbano- sea una habitación fría y sin pasión llena de mierda donde sacar brillo a un montón de platos que vuelven a ensuciarse una y otra vez. Bum bum. Bum bum. La vida no va de lo que te mereces, sino de fregar los platos de otros. Bum bum. Bum bum. Me da por pensar que yo mismo no soy más que una extensión de ese ritmo cosmopolita. Mis sueños no son más que una canción sujeta a la base de ese bum bum. Bum bum. Una melodía subordinada a la batuta de esta urbe que dicta si tengo tiempo libre o no, cuándo puedo cruzar la carretera y qué película ir al cine a ver. Bum bum, bum bum, que si lo traduces del idioma propio del asfalto, el dinero y los horarios a mi lengua -con la que hablo mirándote a los ojos o te beso al anochecer- no significa otra cosa que un imperativo trabaja. Corre, venga. Y entre tanto sácate una carrera. ¿Escuchas ese bum bum, bum bum? Es tu jefe, dando golpecitos con el índice sobre su reloj. Bum bum. Bum bum. No vale que te quedes atrás, sin aire, mantén el paso. Tienes que pagar el alquiler. Pide otra copa si hace falta, pero continúa, no me digas que no aguantas el ritmo del bum bum, bum bum. No pares, sigue bailando. Dópate, así tendrás tiempo para vivir de noche si no te queda día mientras escuchas en alguna discoteca cierto rumor a bum bum, bum bum. Atento, eso que oyes es tu vida pasar. Bum bum. Bum bum. Un grifo estropeado, vomitando el eco de todas las lágrimas al caer. Bum bum. Bum bum. Tirar los zapatos en un rincón, ataúdes que rebotan contra el suelo al romperse las cuerdas de un niño titiritero que jugaba a crecer. Bum bum. Bum bum. Dadme más platos, hazte otra ralla sobre la carátula de un cedé. Bum bum. Bum bum.

Bum bum. Bum bum.

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