Buffet libre

La verdad no imaginaba que mi vida fuera a consistir en apartarte el cuchillo y tenedor con cuidado de que no se me derrame el café mientras recojo platos y los apilo uno encima del otro como amontono los trabajos de los que me despedí o me echaron y cuyos sueldos no alimentaban estas demoníacas ansias de más más y más por las que me chupo los dedos con tal de probar un penúltimo bocado más devorándome a mí mismo cuando voy drogado corriendo de un lado para otro perdido y sin saber qué hacer hasta que el encargado me manda bajar un saco de hielo y aprovecha el viaje recuerda que debes servir el postre en la mesa 42 donde está sentada esa chica con cara de elfa por la que aprendería a caminar sobre el mar con tal de llevármela lejos de aquí si no me ahogara en los ríos del tiempo estipulado para cumplir cada tarea: pelar patatas para siete ejércitos y ahora pícalas y ponte guantes que todavía te queda fregar la vajilla secar cubiertos y líalos en servilletas cuan los porros atrapantes en los que desperdiciar la juventud fugaz de este día soleado que no disfrutaré hasta el anochecer cuando me tumbe en un parque algo borracho y mire las estrellas con mis amigos intentando encontrar algún sentido a esta locura que es darlo todo esforzarte cada mañana truncada por el despertador y resbalar cayéndote llevando encima todos los sabores del buffet que no tardo en fregar limpiando mi futuro laboral con la cabeza gacha ante la atenta mirada de las ilusiones por las que vine aquí, no es casualidad que anoche me preguntase a mí mismo en sueños acerca de esta nueva ciudad a la que vine en busca de un futuro mejor y de cuyo idioma tancat portes y clencha es casi lo único que he aprendido de modo que cuando plego me hago una ralla con lo que sobró ayer y salgo corriendo esnifándome la Diagonal, quitándome los zapatos y hasta los calcetines caballo desbocado sin herraduras dejando mis huellas descalzas en el césped que hay entre el asfalto y el arcén saltándome los semáforos que limitan la razón contrariada por reír a la par que llorar pasión inefable pólvora de este tiro de vida donde los días pasan tan deprisa que ya ni sé qué sentir, sólo corro corro corro y algo aquí no encaja y no hablo de que me miren los pies sangrando en esta tontería de hábitat urbano que se marcó la Evolución lo que quiero decir y lo que me jode es que a veces me pregunto ostia puta qué ha pasado cómo he llegado aquí no puede ser creo que me he hecho mayor justo del modo en que no quería ser.



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