Vomitez

Al contarlo, empiezo con un "me desperté en la cama de una alemana". Una chica guapa, dulce; cuando le cuento la historia a mis colegas, incido en esta parte. Para crear expectación. Para que por un momento crean que mojé con la mejor del local. Y claro que en cuanto continúo y se enteran de cómo acaba la movida se empiezan a descojonar, soltando eso de "otra vez la has liado" y bla blah, pero es entonces cuando les digo que, en fin. Que por un momento aún pude mantener la lucidez; que, aunque fuera borracho, si acabé tan mal fue porque yo lo quise así. Que yo mismo me llené la copa una y otra vez. Recuerdo haberme mirado al espejo y verme en la casa de unas alemanas y francesas e italianas todas buenísimas y a las que les parecía un chico interesante; alguien que escribe, estudia filosofía y piensa que la vida no es para tanto, que sólo importa bailar y reír. Cuando cuento la historia digo que, en el fondo, sucedió lo que sucedió porque me gusta ser así; que sí, que ella me metía mano mientras hablaba de su culo pero que, entonces, viendo claras mis opciones -besarla o seguir bebiendo hasta reventar- opté por mandar todo a la mierda porque sí. A propósito. Porque no me va eso de ser un tío guay y quedar siempre bien; lo mío es otro rollo y por eso no me importa perder la dignidad ante un par de tetas alemanas. Por eso, bueno. Por eso no me preocupa mostrar mis entrañas -que esparcí por el suelo de su habitación- hasta que ya nunca me quieras besar, porque pienso que si no estás dispuesta a aceptar al gilipollas patoso al que se le caen las cosas que todos llevamos dentro la verdad es que no me interesa ni follar. Esa es la versión que se convirtió en oficial cuando le digo a la gente que vomité en la cama de una alemana, tras soltar kilos de mierda en su baño e irme hasta el fondo de la casa sin saber siquiera que me estaba metiendo en su habitación. La versión que -tras repetir una y otra vez- no me llego todavía a creer pero que al menos consigue que me ría en vez de llorar; todo el mundo hace el ridículo alguna vez, hombre ya.

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