Miradas

A veces ocurre que todos los semáforos están en verde. De noche, por ejemplo. Bajan la frecuencia y pasan más tiempo en verde y menos en rojo, y si encuentras la velocidad justa puedes circular sin pararte ni una sola vez; cuando se pone en rojo ya has pasado, y si corres lo suficiente pero no demasiado, ocurrirá lo mismo en el siguiente, el siguiente y el siguiente. Se trata de encontrar el ritmo de la ciudad y sintonizarte con él, como una llave que encuentra su cerradura. Y descubres que se te abren todas las puertas.

5 comentarios:

  1. Pero cruzar semáforos en rojo es mucho más emocionante que cruzarlos en verde. Ocurre lo mismo cuando en lugar de encontrarte la puerta abierta, te la encuentras cerrada e intentas atravesarla o pasar por la ventana.

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  2. diooos, que chuli! es como fundirte con LA CIUDAD, tal y como antes nuestros antepasados se fundían con la tierra.

    Y oye, esa boda es de dibujitos animados.

    Tengo videos para tus días de soledad:

    http://www.corredoresdebloque.com/Pa-bravo-yo

    Te envio la explicación en un mail :)

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  3. Urbanísimo.
    Imagino que no te fundes con la ciudad del fondo de esta página... sería complicado xD

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  4. No, así es como veo la ciudad cuando me despierto cuando NO estoy de resaca.

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  5. El extraño caso de los semáforos obedientes. Peris y Valero, ahí no me falla ni uno jaja

    Me gusta ;)

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